La normalización en el sector de la traducción – 1ª parte (La norma UNE-EN-15038 para Servicios de Traducción)

Todos sabemos a qué velocidad ha ido transformándose el sector de traducción en el mundo entero. En esta sociedad de la comunicación y de la información (que yo definiría más bien como “desinformación” por la excesiva cantidad de textos no contrastados que inunda Internet) la traducción está desempeñando un papel cada vez más importante.

Los grandes organismos internacionales se vuelcan, además, en una política defensora de la diversidad cultural y lingüística y son más conscientes de la importancia que tiene hoy la traducción profesional.

Al mismo tiempo nos encontramos en una época en la que el sector terciario ha adquirido una gran importancia. En la actualidad, los servicios ya no son un complemento de la producción, sino una entidad en si misma de gran peso y centrada hoy en el concepto de calidad.

La cantidad de empresas que se certificaban según la norma ISO 9001:2008 crecía de forma exponencial a principios de este siglo, ya que ofrecer servicios y productos de calidad era vital para la supervivencia. Hoy el ritmo baja, ya que se certifican según la nueva norma UNE EN 15038 de Servicios de Traducción.

En 1994 se creó en Italia la «European Union of Associations of Translation Companies» (EUATC), la federación europea de asociaciones de empresas de traducción. La EUATC inició en el 2000 el desarrollo de una norma de calidad para empresas de traducción, la EUATC Quality Standard, que una vez finalizada en el 2002 se presentó al Comité Europeo de Normalización (CEN)para su posible aplicación. El CEN se mostró muy interesado ya que la normalización de servicios era aún una asignatura pendiente para el CEN. A raíz de ese interés se constituyó el Comité Técnico Internacional BTTF (Bureau Technique / Task Force) 138 “Translation Services” y se puso en marcha la elaboración de una nueva norma para el sector basada en el ejemplo de la EUATC. El comité internacional trabajó durante varios años bajo mi presidencia y presentó en 2006 la norma que hoy está ya implantada en todos los países europeos.

 

¿Cómo se desarrolla una norma europea?

El CEN es un organismo independiente formado por 28 institutos nacionales de normalización (es decir 28 países europeos) entre los que están, por ejemplo, AENOR (España), DIN (Alemania), BSI (Reino Unido), AFNOR (Francia), etc.

Cada uno de estos organismos es una entidad privada, no gubernamental, dedicada a elaborar normas a iniciativa del sector privado. Las normas son de cumplimiento voluntario y obedecen exclusivamente a la voluntad de un determinado sector de regular y normalizar sus productos o servicios. Es decir, se trata de «autonormalización» y no debemos confundir el término «norma» con otros significados que tiene en castellano, ya que para nosotros, «norma» (normas de tráfico, normativa legal,…) tiene también el significado de algo «obligatorio», pero no en este caso. Quizá debiéramos «contaminarnos» un poco y decir «estándar».

El sector interesado en desarrollar una norma contacta con el organismo normalizador nacional o con el CEN y se inicia una encuesta entre todos los miembros para estudiar su viabilidad según el interés de sus miembros. También hay que descartar la posibilidad de la existencia de una norma similar en alguno de los países miembros que pueda convertirse en norma europea. Las normas existentes a nivel nacional que pudieran solaparse con la nueva norma europea están destinadas a desaparecer con la entrada en vigor de la nueva.

Una vez realizada esta encuesta (que en nuestro caso obtuvo una inmensa mayoría de votos a favor) se constituyen los comités nacionales formados por representantes del sector.

En el caso de España, se constituyó el Comité Técnico Nacional “CTN/AEN 174 Servicios de Traducción” a instancias de la ACT, y que tuve el honor de presidir. Este comité elige de entre sus miembros a un comité de representación formado por 2 ó 3 personas, de las que una de ellas actúa en calidad de jefe de la delegación (“head of delegation”). Estos representantes asisten a las reuniones internacionales del BTTF 138, que es el comité internacional que desarrolla la norma. El comité internacional es presidido normalmente por alguien representativo del sector interesado y suele concederse, por deferencia, al organismo precursor de la idea; en nuestro caso, la EUATC (por lo que tuve la difícil labor de presidirlo, dirigirlo y moderarlo hasta su finalización).

Los comités nacionales trabajan en los contenidos a nivel nacional con los representantes del sector (universidades, traductores, empresas de traducción, productores de software, organismos públicos, clientes,…) y el comité internacional amalgama estas aportaciones de los distintos países redactando el contenido de la norma hasta su final.

Una vez finalizada la redacción de este primer borrador (en inglés), el CEN le otorga un número (15038) precedido de las siglas prEN (Norma Europea en proyecto) y entra, una vez traducida al francés y al alemán, en un periodo de encuesta.

El periodo de encuesta de nuestra norma finalizó el 2 de febrero de 2005 y la secretaría internacional, que es uno de los miembros del BTTF 138, se encargó de preparar la documentación para las reuniones, las convocatorias, las relaciones con el CEN, etc. En nuestro caso, la secretaría estuvo en manos de AENOR.

La última reunión plenaria se celebró en Copenhague los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio y en ella se incorporaron los comentarios recibidos hasta el 2 de febrero en la medida en que fueron aprobados por el comité internacional. La norma, así acabada, entró en fase de publicación y traducción a todos los demás idiomas.

La versión española está disponible en AENOR y se puede adquirir online.

En nuestras próximas entradas trataremos los siguientes aspectos: ¿Quién, cómo y por qué se certifica según esta norma? ¿Para qué sirve una certificación? ¿Si la ISO es el «carné» de calidad de una empresa, cuál puede ser entonces el de un profesional independiente? ¿Está el traductor autónomo en desventaja frente a una empresa certificada? ¿Para qué sirve la norma y cuál es su contenido?

Entrada de Miguel Núñez Ferrer.

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